Su origen se remonta varios siglos atrás en Escandinavia, donde la técnica de fachada ventilada (barrera contra la lluvia) es considerada hoy en día un principio imprescindible en áreas con demandantes condiciones climatológicas. En el sistema de barrera contra la lluvia, el panel exterior deflecta el agua y el sol hacia fuera de la edificación. La cavidad de ventilación permite al aire circular libremente tras el panel, creando un espacio al interior de la edificación bien ventilado y confortable.